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Channel: Viviendo en mi nube azul
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Al revés

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Tengo los sentimientos al revés. O es que yo voy al revés del mundo. O me he vuelto loca. O yo ya no me entiendo. 

Hace apenas 48 horas que llegamos a Madrid después de 11 días de vacaciones. Pero en vez de volver feliz y relajada, vuelvo dolida y estresada por un viaje de vuelta de mierda con mi hijo encerrado en un coche durante 6 horas. Gracias a gente ajena, lo planificamos fatal y así nos fue. 

Hace apenas 36 horas que Tarek es oficialmente residente español con permiso de trabajo. Hace apenas 6 que hemos terminado todo el proceso. Y yo, que después de 10 meses debería estar contenta y feliz, y estoy agobiada, estresada y enfadada. 

Enfadada porque esto nunca debería haber sido así. Enfadada porque una ley absurda nos ha tenido en vilo 10 meses, con pesadillas, con incertidumbre, separándome de mi hijo cuando apenas tenía 7 semanas y me necesitaba. No perdono ni una de sus lágrimas de desesperación durante las horas que yo faltaba, ni las perdono ni las olvido. Siento decepción y asco por un país que trata al que es de fuera como si le estuviéramos haciendo un favor, saltándose leyes y derechos a la torera, separando a bebés de sus madres, haciendo de la conciliación una quimera. Recordaré para siempre cada noche sin dormir, cada pesadilla, cada llamada pidiendo información, cada vez que cerraba la puerta del aula dejando a mi marido y a mi bebé fuera. Cada vez que miraba la cuenta bancaria y sabía que no me quedaban más narices que dar otra clase, y a la vez que no me iba a servir de nada porque íbamos a seguir en la misma situación precaria. 

Y ahora, que tendría que alegrarme porque con algo de suerte al fin podremos empezar a tener una vida, tengo miedo. Miedo a poder cumplir mi deseo de quedarme en casa con mi hijo. Miedo a encontrar una casa nueva a la que mudarnos. Miedo a empezar de nuevo. 

Es muy fácil ir de madre relajada por el mundo, que a mi todo se me ha dado fenomenal, estoy feliz con mi hijo, bla, bla, bla. Pero anda por ahí Pepito Grillo recordándome que todo se me ha dado tan bien porque he tenido al padre de la criatura pegado a mi durante 3 meses y medio. Que pasará cuando no esté? Que pasará cuando se vaya todas las mañanas a trabajar? Tendré la capacidad, la paciencia, la mano izquierda y la energía necesaria para quedarme sola con mi hijo? Deseo estar con él más que nada en el mundo, quedarme en casa, salir a pasear, verle crecer, hacer cosas con él... pero tengo miedo a la oscuridad, a las lágrimas, a no poder, a no tener paciencia, a no ser lo suficientemente buena. 

En pocos meses tendremos que mudarnos de mi casa y no se si seré capaz de decir adiós al pueblo en el que he vivido 22 años. Y se que es por nuestro bien, pero también se que si la decisión dependiera solamente de mi, no me marcharía. Y a la vez me quiero marchar y tener otra vida. Y creo que no me aclaro. 

Y sobre todo me siento sola. Porque por primera vez en casi 4 años de blog, siento que todo lo que tengo que decir ya lo ha dicho alguien antes que yo, y seguramente mucho mejor. 

Si ya lo dijo Fito.... No se yo si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo.


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