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Me vais a llamar cansina. Lo se, me lo merezco. Pero a estas alturas me quedan 2 opciones, o no escribir, o hablar de Egipto. Que qué pasa con mi vida, con Murphy, con mis aventuras, etc? Pues que no existen. Murphy hizo las maletas en cuanto vio el primer tanque en la calle y yo no tengo vida, así que como para tener aventuras...
Esto de vivir con un toque de queda es toda una experiencia. Aburridísima, por cierto. Me diréis que no exagere, que tengo toda la mañana para salir, pero no señores, no es tan fácil.
Supongo que sabréis todos que hasta hace 2 días el toque de queda era de 6 de la mañana a 7 de la tarde. Significa esto que a las 7 de la tarde se despliega el ejército y tienes un militar en cada esquina dispuesto a pegarte un tiro si osas asomar la nariz por la puerta del portal? Pues no. Salir, podemos salir, pero poco. Podemos pasear a los perros, podemos ir al super de la esquina... pero poco más. Hay gente en la calle, el partido nocturno de fútbol en el parque de mi casa no lo suspende ni una guerra, pero ni bares, ni restaurantes, ni desplazarse en coche si no es por un motivo muy particular.
Por la mañana te puedes mover, yo he salido alguna vez que otra... Pero ya sabéis que esto es muy grande y el tráfico muy malo, así que para estar en casa a las 7, yo me tenía que empezar a movilizar a las 5 de la tarde. Vamos, que ni amigos, ni quedadas, ni atardeceres, ni todas las cosas chulas que tiene Cairo. Divertidísimo, vamos.
Y que se hace en un toque de queda en casa? Pues tienes 2 opciones, ver la tele y navegar por Internet. La tele al final aburre, pero Internet... que maravilla. He hecho grandes descubrimientos a través de Internet durante las aburridas horas del toque de queda. El descubrimiento principal ha sido que hay gente que está peor que yo. O que es mucho más original, según se mire.
Yo pensaba que el colmo de la desesperación era ponerme a jugar al Trivial en CASTELLANO con Tarek. Yo pensaba que era una gran traductora de preguntas, porque en 2 ocasiones casi me gana. Yo pensaba que buscar trabajo en España era una distracción la mar de digna. Así que cuando descubrí que la gente invertía su tiempo en realizar descubrimientos del calado de "en la bandeja de la nevera caben 78 limones o 65 pepinos en vertical o 75 en horizontal" o pude asistir a la intensa búsqueda via Twitter de un par de sandalias, me di cuenta de que no tengo gracia ninguna. Mañana mismo me pongo a contar limones. (Para que veáis que no miento, un periodista debió flipar tanto como yo y se marcó un artículo al respecto)
Lo que tengo claro es que Egipto ha cambiado mucho desde que yo llegué. Si por entonces, saltarse un toque de queda era deporte nacional! Y ahora, todos como corderitos a casa. Lo peor de todo es que hasta el McDonalds cumple el toque de queda, ya no tenemos servicio a domicilio 24 horas. Y eso, señores, es un gran trauma. He visto hombres de pelo en pecho llorando como niños cuando descubren que ya no aceptan pedidos a domicilio a partir de las 5 de la tarde. Si algún día escucháis que se ha producido una revolución en la puerta de un McDonalds, no os sorprendáis, tiempo al tiempo.
Espero que todo esto os de la pena suficiente como para escribir post a tutiplén y que así yo por lo menos tenga material de lectura. Un poco de caridad con vuestra compañera bloguera, hombre ya!!!