Que puede parecer que yo me preocupo por las cosas al revés, pero que le vamos a hacer, soy así.
Y es que esto si que me tiene al borde del ataque de pánico. Que cosas como lo de las uñas al final son ganas de reirnos un rato y sacarle punta al asunto (por cierto, a todas aquellas, que sois un montón, que me dijisteis que se las cortabais al pecho: Yo ya pensaba que o teníais un brazo más que yo, o que me tenía que sacar el proficiency de contorsionismo, pero ayer descubrí la manera, gracias a todas :-) Algo mejora el asunto, pero solo las veces en las cuales PF no decide bailar salsa mientras mama, que son unas cuantas), pero esto para mi es serio, muy serio, y una de las cosas que esperaba de verdad que no hiciera PF.
Pongámonos en antecedentes: Yo me chupé el dedo. No recuerdo hasta que edad, pero supongo que 4-5 años si que tendría. Como consecuencia de ello, mi paladar tiene exactamente la forma del pulgar, es muy muy alto y los dientes los tengo algo salidos hacia delante. Llevé aparato desde los 6 hasta los 18 años, me tuvieron que quitar 4 muelas perfectamente sanas para hacer espacio y finalmente la ortodoncia no sirvió de nada porque la lengua hizo que el hueso volviera a su coger su forma original. La única forma de dejarme la boca en una posición normal es una cirugía por la que no pienso pasar ni loca. Y todo esto, por el pulgar de las narices. Creo que es comprensible que hace 2 días, cuando me encontré a PF con el dedo en la boca, casi me pusiera a llorar.
Todo empezó hace un par de semanas, cuando PF empezó a chuparse mucho las manitas y a babear. Parecía algo inofensivo, simple curiosidad, y realmente no succionaba nada, solo se las chupereteaba. Pero hace 2 días parece que descubrió que en esas manitas hay un pulgar super chulo que succionar, y ahora lo busca.
En cuanto lo vimos Tarek me lo dijo claro: Drew, mejor que el pulgar, el chupete. Y yo, que estaba feliz porque PF pasa olimpicamente de la teta de plástico, me lancé como una loca al cajón donde los guardo, intentando a ver si colaba cambiárselo por el pulgar. Eso si, previamente hice jurar y perjurar a Sr.Marido que solamente le daríamos el chupete en casos hiperurgentes para distraerle del dedo, que para que no proteste están la teta y los brazos. Fue en vano, a PF siguen sin encantarle los chupetes y es que además no sabe succionar, lo tira hacia afuera.
Durante el día 1 fuimos distrayéndole a base de teta y de vacilarle un poco con el chupete. Durante el día 2 se nos fue el invento a paseo, porque ha habido veces que al ponerle al pecho se metía las manos delante y lloraba, y el chupete, una vez pasada la novedad, de nuevo nanai. En modo desesperación le pusimos las manoplas que podéis ver en la foto (Sara M., me acabo de volver a comer mis palabras, aunque sea por otro motivo!), y aunque a mi me diera una pena enorme tenerle así en Agosto, nos solucionó la papeleta un rato, porque podía seguir chupándose las manos sin poder meterse el pulgar en la boca (aunque al cabo de un rato ya andaba bastante cerca). Menos mal que las manoplas (regalo de Mama de una Monita, por cierto!) son finitas, que si no, pobre niño.
Por supuesto, faltaba la invitada estrella a la fiesta: La Culpa. Porque estoy convencida de que esto de chuparse las manos lo ha empezado a hacer para consolarse durante el rato que yo estoy trabajando. Que si, que ya se que no sabemos si lo hubiera hecho igualmente aunque yo no trabajara, pero me siento como el culo.
En fin, que no se que hacer. No se si el apaño de las manoplas me durará, si optar por algo más drástico en plan untarle el dedo con algo que sepa mal (me da una pena espantosa y creo que es muy pequeño para algo así) o si seguir intentándolo con el chupete aunque me repatee el asunto. Supongo que no habrá por ahí muchas "histéricas del pulgar" como yo, pero si alguien tiene alguna idea, es bienvenida.